lunes, 27 de julio de 2009

Japon, donde tradición y tecnología se dan la mano



Viene de Taiwan.

Asia está llena de contrastes que para cualquier occidental en si ya es todo un argumento para ser visitada pero Japón no tiene comparación entre sus vecinos. Imposible la indiferencia. Fácilmente amor a primera vista.

FICHA TÉCNICA


¿Por qué Japón?
Japón es sin lugar a duda uno de los países más fascinantes. Tradiciones que perduran entre la más avanzada tecnología, naturaleza cuidadosamente moldeada por las manos del hombre, jóvenes disciplinados vestidos de forma irreverente, trenes con la precisión de un reloj, ultra consumismo insaciable y una de las mejores gastronomías. Japón es todo esto y mucho más. Un lugar que marca las diferencias con sus compañeros de continente y donde las comparaciones sobran. El país que debiera figurar en cualquier curriculum de todo buen viajero.

Días: 12.

Fecha: 28 de junio de 2009.

Itinerario: Osaka, Miyajima, Hiroshima, Kobe, Kyoto, Koyasan, Nara, Kinosaki, Kanazawa, Takayama, Shirakawa-Go, Tokyo.

Acceder a la hoja de ruta (los precios indicados son para 2 personas)


Ver mapa más grande.

Medios de transporte utilizados: Autobús, taxi, metro, trenes, trenes, trenes y más trenes.

Visado: No.

Vacunas: No.

Que no vimos y por que: Si algo importante nos dejamos está claro que es Nikko. Es un centro religioso con templos maravillosos rodeados de naturaleza que hacen del lugar uno de los principales reclamos turísticos de Japón. Todo un argumento para tener que volver a Japón. Tampoco vimos las concentraciones de lolitas y otros jovenes disfrazados de forma estridente. Lo hacen en Yoyogi Park (Tokyo) pero desgraciadamente solo los domingos de manera que no resultó posible. Las vistas al monte Fuji las descartamos por que nos compensaba más ver otras cosas que sacrificar un día para verlo de lejos. Por último tampoco asistimos a torneos de sumo. El calendario de competiciones anual no es amplio y hay que tener la suerte de coincidir en fechas y lugar. Adicionalmente es importante realizar la compra de entradas con antelación ya que se agotan rápido.

ACERCA DE JAPAN RAIL PASS

El Japan Rail Group dispone de la mayor red ferroviaria de Japón. Sus trenes llegan a la mayoría de destinos de interés. La mejor, más eficiente y más económica manera de conocer el país es hacerlo mediante uno de sus programas Japan Rail Pass.

Se puede decidir entre un pase ordinario para 7, 14 o 21 o la modalidad Green que permite el acceso a primera clase. En el enlace anterior al programa se pueden consultar las tarifas. Existen también específicas para niños entre 6 y 11 años.

La opción más recurrida es la modalidad ordinaria dado que no todos los destinos disponen de trenes con vagones de primera y por tanto no siempre se rentabiliza. Ni que decir tiene que estamos hablando de Japón y no hace falta ir en primera en busca de la perfección.

Para su adquisición hay que hacerlo desde fuera de Japón y hay que acceder al país con un pasaporte no japonés y en régimen de visitante temporal. Para ello hay que hacerlo mediante una de sus oficinas de distribución.

En España puede ser adquirido en Madrid, Barcelona y Canet de Mar. En Madrid hay buenas referencias sobre Viajes H.I.S., para Barcelona nosotros compramos en JTB Viajes cuyas oficinas estan dentro del hotel Barceló Sants junto a la recepción. Se suele exigir una antelación mínima para su adquisición de un mes pero lo cierto que un cuarto de hora después de entrar a la oficina ya estaba saliendo por la puerta con mis dos pases en la mano. Es pues una simple cuestión de carga de trabajo.

En el momento de la compra no se obtiene el deseado pase sino que un talonario con el que dirigirse a una oficina de Japan Rail ya una vez en Japón. Es en ese momento cuando se canjea previa comprobación del pasaporte por el deseado JR Pass. También es en ese momento cuando se decide la fecha de activación en la que comienza la cuenta atrás de la validez del pase. Esta no tiene que ser el mismo momento de canje, util si se llega por ejemplo a Tokio y no se pretende utilizar hasta partir de la ciudad 2 o 3 días más tarde. Si por el contrario no hace falta apurar vale la pena activarlo de inmediato ya que por Tokio es posible utilizarlo para desplazarse dentro de la ciudad.

El Japan Rail Pass solo sirve para trenes (excluidos los Nozomi), autobuses y el ferry de Miyajima que operan el grupo Japan Rail. Por tanto, otros trenes como los operados por Nankai o Kintetsu (por dar un par de ejemplos) o los metros no están incluídos.

PLANIFICAR LOS DESPLAZAMIENTOS

Moverse es sumamente fácil. El Japan Rail Pass no solamente sirve para ahorrar dinero, también permite acceder a los trenes sin tener que comprar el ticket y por tanto haciéndolo con mucha agilidad.

Para los desplazamientos no incluidos el billete se compra en máquinas en las que se puede hacer el pago con monedas y billetes (no aceptan tarjeta de crédito). El proceso es el siguiente:

1) Se miran los paneles situados sobre las máquinas, se busca la estación destino y nos fijamos en la tarifa indicado, 2) se introducen el dinero en la máquina, 3) se especifica la cantidad de billetes a adquirir y 4) se selecciona la tarifa.

Es realmente útil a la hora de planificar el viaje revisar las combinaciones de trenes y sus horarios para no estar perdiendo el tiempo. Hacerlo es fácil mediante el motor de búsqueda de Hyperdia. Contiene toda la información relativa a todos los trenes, horarios y precios para ir desde cualquier origen a cualquier destino esté independientemente de la compañía que lo opere. Su exactitud es tal que proporciona hasta los horarios de los convoyes de metro.

El modo de uso es sencillo. Se comienza indicando la estación de origen y de destino. Si por ejemplo se quiere viajar desde la estación de metro de Nakatsu (Osaka) a Hiroshima se indican tal cual y se pulsa "Search". En el siguiente formulario se ha revisar el origen y destino. En nuestro caso hemos de especificar como origen Nakatsu(Subway) y dejar Hiroshima. Finalmente hemos de indicar la fecha y hora, marcar el cuadro "except NOZOMI" dado que no esta incluido en el Japan Rail Pass y ejecutar "Start". El sistema devuelve los resultados en orden de recomendación e indicando origen, destino, precio (importante si no se utiliza JR Pass y dependiendo de si se ha especificado "Reserved seat" o "Unreserved seat"), tiempo de trayecto, distancia en kilómetros y número de trasbordos. Posteriormente se amplia la información líneas más abajo con los horarios de llegada, números de trenes, etc.

Por último, es de gran utilidad obtener un Railway TIMETABLE. Es un librito de un tamaño similar a una hora A4 apaisada. Contiene todos los horarios de los trenes JR de alta velocidad (Shinkansen), los Limited Express y los nocturnos. De esta manera si se quiere cambiar de planes sobre la marcha no hay que estar pendiente de una conexión a Internet. Se distribuye de forma gratuita en las oficinas de Japan Rail.

Es una práctica habitual reservar asiento en los trenes. Se hace en la mayoría de oficinas JR el mismo día antes y sirve como excusa para consultar los horarios de trenes. Ciertamente no hace falta. Siempre suele haber espacio y en el peor de los casos (nunca sucedió) se puede viajar de pié en los trenes de alta velocidad.

Nosotros solo reservamos en un par de ocasiones en las que partíamos de mitad de recorrido de la línea y queríamos asegurarnos no viajar separados. Como todo estaba planeado y se sabía de antemano hora y nombre y número de tren era simplemente llegar a la estación y consultar el número de vía desde donde partía. ¡Llegar y besar el santo! Ya en la vía, si no tenemos reserva, hay que consultar los paneles y dirigirse a los vagones que nos toca indicados como "Non Reserved". En el andén ya especifica a que altura para cada vagón.

En lo que se refiere al desplazamiento del equipaje existen facilidades para ello. Por un lado, todas las estaciones disponen de consignas. Los precios oscilan entre los 300Y y 600Y dependiendo del tamaño.

Muchos hoteles adicionalmente dan la posibilidad de enviar las maletas al próximo destino mediante agencia de transporte y con ello olvidarse del equipaje durante el desplazamiento. El precio para este servicio depende del volumen y peso del equipaje.

Mapa de metro de Osaka
Mapa de metro de Kyoto
Mapa de metro de Tokyo

Medios de transporte público entre puntos de interés en Kyoto

EN RUTRA

DÍA 1 -Aterrizaje en Osaka, bienvenidos al imperio del sol naciente-

Llegamos a media tarde a Osaka provenientes de Taiwan tras hacer escala en Manila. Los billetes de avión de Taipei a Japón resultaban caros y Cebu Pacific era una buena opción.

Tras realizar los trámites de entrada al país nos dirigimos a la estación de tren. La primera gestión a realizar antes de acceder a ella era la activación del Japan Rail Pass. Luego nos dirigimos al Hotel Ramada en Osaka. Realizamos la reserva a través de Hotelclub. La elección resultó satisfactoria. Pagamos sobre 80 euros la noche en régimen de alojamiento y desayuno y estaba en la estación de Nakatsu, a menos de seis minutos en metro de la estación de alta velocidad Shin Osaka. Por otro lado el acceso al hotel era sumamente práctico dado que la salida 3 de la estación tiene un acceso directo al hotel de manera que no hace falta arrastrar maletas por la calle. Los números de salidas de las estaciones son importantes y merecen ser tenido en cuenta. Las estaciones suelen ser mucho más grandes que las españolas y con muchas más salidas de manera que es fácil tomar la inadecuada y estar distante de la deseada ya una vez en la calle.

DÍA 2 -Isla Miyajima, Hiroshima, Kobe... la mejor manera de comenzar un gran viaje-

Miyajima con su tori flotante es un icono de Japón. Es de obligada visita. Se trata de un templo sintoísta situado en una isla no muy lejos de Hiroshima. Se puede llegar en ferry tanto desde la propia ciudad de Hiroshima como desde la más cercana estación de Miyajimaguchi. Esta última opción es más recomendable dado que hay más frecuencia de salida de ferry y una de las dos compañías que operan es la Japan Rail. El JR Miyajima Ferry está incluído en el JR Pass.

La isla está considerada como sagrada y es un centro de peregrinaje. En ella se ubica Itsukushima Shrine (entrada 300Y por persona). Dado el carácter sagrado de la isla, la gente del pueblo no la podía pisar, privilegio reservado para monjes y nobleza. Así pues la gente accedía por mar pasando con sus barcas bajo el espectacular tori (o puerta de entrada).

Si se llega entre las ocho y las nueve de la mañana la marea está baja y es posible caminar hasta el mismo tori. Sobre las 3 o las 4 de la tarde la marea está alta y se puede ver la puerta flotando sobre el mar.

El lugar es encantador y una opción interesante y muy recurrida es no solo visitarlo de día sino que alojarse y pasar la noche disfrutando del ambiente y la iluminación. Los precios suelen ser algo altos y es recomendable reservar con antelación dada la popularidad del lugar.

Alternativamente es muy normal planificar la visita como una excursión de un día siendo factible llegar temprano en la mañana desde Osaka o Kyoto en tren.

Con no excesiva suerte es posible asistir a la celebración de alguna boda tradicional japonesa. Sin duda las vestimentas, la música y la propia liturgia rebosan magia y encanto.

Teníamos previsto acceder al Mount Misen desde donde se disfruta de buenas vistas de la isla pero lodescartamos por el mal tiempo. Finalmente aprovechamos para visitar Senjokaku Hall (entrada 100Y por persona). Un pabellón que se ha conservado sin finalizar y que tendría que estar cubierto de tatamis. Este es un lugar idal para tomarse un descanso descalzo sobre la madera desnuda del hall.

Comer en Miyajima es delicioso. Es obligado provar las ostras. La especialidad son las ostras a la brasa pero también se pueden comer crudas o cocinadas de mil maneras. Un plato de 4 ostras está sobre los 1000Y y son tremendamente frescas.

Ya de vuelta partimos dirección a Hiroshima. A pesar de no entrar en nuestro plan decidimos realizar una fugaz visita al Atomic Bomb Dome. Este edificio en ruinas permanece en pié como recuerdo a la tragedia que sacudió esta ciudad en forma de bomba atómica. Fue lanzada y detonada a 600 metros de altitud para ampliar su potencia devastadora y el edificio permaneció en pié.

Para desplazarse al lugar hay que tomar la salida 3 de Hiroshima station y sin llegar al final del pasillo tomar las escaleras situadas a la derecha y que dan acceso al tranvía. Hay que tomar entonces la línea 2 hasta la parada M10 de Genbaku Dome-mae.

No realizamos ninguna visita más en la ciudad. Decir que no hay nada más que la haga interesante sería injusto ya que por poner ejemplos el castillo de Hiroshima o el jardin Shukkeien valen la pena pero a lo largo de nuestro recorrido visitamos otros jardines o castillos más representativos que no hacían necesaria esas paradas.

Ya de vuelta a nuestro hotel de Osaka decidimos parar para reponer fuerzas en Kobe dispuestos a disfrutar de la famosa ternera de Kobe. Pasa por ser la catalogada como mejor carne del mundo. Veridico o no, dicen que las terneras son alimentadas con cerveza y reciben masajes.

Nos detuvimos pues en Kobe ya que justo al lado de la estación de Shin Kobe, a dos minutos andando se encuentra el restaurante Wakkoku.

El local está situado dentro del edificio del Hotel Crown Plaza, en la tercera planta, cerca de los ascensores de lado sur (el contrario según se viene de la estación). No es reconocible por ningún rótulo ya que no está indicado con escritura occidental pero es identificable por las paredes de su fachada de mármol gris y negro.

El restaurante dispone de tres barras con capacidad para unos ocho comensales aprox. Y cada una de ellas con su propio cocinero. El cocinero corta con estilo y maestría la carne en pequeñas y gruesas piezas que va sirviendo junto con verduras y que va cocinando según vamos comiendo de manera que siempre está todo recién hecho. Se cocina sobre planchas de metal que son continuamente limpiadas con afán. Dos piezas de 250g de la mejor carne con la correspondiente bebida nos costaron 33440Y. Indiscutiblemente no se trata de un módico precio pero sin lugar a duda es la mejor carne que jamás probamos y quien sabe si la mejor que jamás habremos probado.

Tras la sesión de disfrute de los placeres de la carne volvimos tranquilamente a tomar el tren y proseguimos nuestro breve camino hasta Shin Osaka para llegar finalmente a nuestro hotel. ¡Nuestro primer día de excursión por Japón no podría haber comenzado mejor!

DÍA 3 -Kyoto, tradición en la otra capital-

El segundo día comenzó inusualmente tarde. Nos tomamos un respiro y cambiamos planes. Inicialmente la intención era desplazarnos hasta Toba. Esta población costera esta junto a la isla Mikimoto en la que se pueden ver las mujeres Ama. Son mujeres que se dedican al cultivo y recolección de perlas. Lo hacen a pulmón libre siguiendo técnicas que durante centenares de años apenas han variado. El mal tiempo nos hizo reconsiderar nuestras intenciones por la probabilidad de no ver inmersiones.

Así pues nos dispusimos a adelantarnos a nuestra posterior visita Tokio con una excursión de un día. En el interior de la estación, en el lado sur hay (hay que recordar que la estación es inmensa) hay un centro de información turística de gran utilidad y donde dan ayuda para planificar la visita a Kyoto con aquello que ver y no olvidar durante un par de días en la ciudad.

Iniciamos nuestra ruta dirigiéndonos al Monte Iraniyama. Es un lugar tan encantador como mágico. Se llega mediante la línea JR Nara desde Kyoto station hasta Inari en cinco minutos. Es un lugar inconfundible y cualquiera que haya visto la película memorias de una geisha lo recordará. Centenares de toris se suceden en medio del bosque durante varios kilómetros sin que parezca que nunca llega el final del camino.

Seguidamente nos desplazamos rápidamente (45 min.) hasta la otra punta de la ciudad a visitar el templo Zen de Tenryuji y sus jardines. Lo hicimos nuevamente mediante la línea JR Nara hasta Kyoto y la línea JR Sagano hasta Saga Arashiyama. La entrada para el templo y el jardín cuesta 600Y por persona. Es patrimonio de la humanidad y tanto su arquitectura como la delicadeza y buen gusto de sus jardines es una delicia para la vista.

Se nos había hecho tarde y los horarios de visita no suelen ir mucho más lejos de las 17 horas de manera que era un buen momento para visitar el mercado de Nishikikoji.

Para llegar hasta el mercado se hace desplazandose hasta la estaación de metro de Shijo. Decenas de pequeñas tiendas de comida están dispuestas dentro de una calle cubierta. La presentación es excelente y se trata de un mercado con productos autóctonos y de clientela local. Se le conoce como la dispensa de Kyoto.

Al final se encuentra la calle Shikyogoku donde se pueden encontrar todo tipo de souvenirs. Este también es un buen lugar donde hacer una pausa y aprovechar para comer bien, típico y a buen precio.

El final del día lo dedicamos a visitar el popular y tradicional barrio de Gion. No se puede visitar Kyoto y no ver Gion. La calle principal es Hanamikoji y desde su confluencia con Kawaramachi en dirección sur se puede admirar la arquitectura de casas bajas de madera y restaurantes. Es aquí también donde poder ver geishas. Son escurridizas y difíciles de fotografiar. Sorprendentemente alguna se paró con solo pedírselo con un poco de gracia. En todo caso era la excepción.

Si se quiere ver geishas hay que echarle paciencia. Hay que hacer guardia en la calle a partir de las cinco de la tarde y hasta las seis y media es fácil ver movimiento. Van entrando en locales donde más tarde los hombres de negocio llegan para disfrutar de cenas exclusivas amenizadas por ellas.

Sobre las ocho el movimiento se produce a la inversa y es posible volver a verlas. En el argot de Kyoto las geishas se llaman geikos i las aprendices maikos. Se distinguen por que las segundas llevan motivos florales en su peinado.

Es posible verlas actuando mediante tours organizados por algunos operadores locales y por algunos hoteles. Los precios suelen ser elevados e incluir la cena.

Para finalizar, a parte de la belleza de la calle Hanamikoji no hay que dejar de pasear por Shinbashi. No solo es un lugar evocador por las casas y frondosos árboles en el margen del río. Este lugar está lleno de restaurantes con encanto. Es hora de tomar algo y volver a Osaka.

DÍA 4 -Koyasan, el corazón budista de Japón-

Koyasan es el centro del budismo en Japón. Es una pequeña localidad a unas dos horas en tren de Namba Nankai en Osaka a la que se llega en su último tramo mediante un empinado teleférico que remonta la montaña entre la frondosa vegetación. Dado que la línea no está operada por Japan Rail el precio a abonar es 1550Y por persona y trayecto desde Osaka incluyendo el último tramo del autobús local.

Este es un centro de peregrinación budista. Alberga también un importante patrimonio arquitectónico compuesto por templos de madera y majestuosas pagodas. Pero si por algo esta pequeña población es un lugar visitado es por los numerosos templos dirigidos por monjes que funcionan como casas de huéspedes y por su tan impresionante como singular y encantador cementerio ubicado en el majestuoso bosque del monte Koya.

Así pues, a pesar de ser posible visitar este lugar en un solo día, es recomendable pernoctar. Esto dará la posibilidad como fue en nuestro caso de visitar los diferentes puntos de interés del pueblo durante el día, al atardecer pasear por el cementerio y dejar sin miedo caer la noche para poder recorrer su largo sendero empedrado custodiado por tumbas y farolillos de piedra, dormir en el templo que funciona como un ryokan y levantarse al alba para participar en las oraciones de primera hora del día y otras ceremonias como la del fuego.

Partimos con las ideas claras a primera hora de la mañana. Tras más de dos horas de metro, trenes, teleférico y autobús (ver link de hoja de ruta sobre el mapa) llegamos al templo EkoIn cercano a la parada de Ichinohashiguchi.

La reserva la realizamos a través de Japanhotel.net y nos costó 185 euros en régimen de media pensión. Aceptan, al contrario de lo que decía el voucher de reserva, pago con tarjeta de crédito. El check in no se realiza hasta bien pasado el medio día.

El templo dispone de un bonito jardín donde descansar y disfrutar de la tranquilidad del lugar. Una de las ventajas también es su ubicación cercana al cementerio de manera que si se hace a última hora del día no es necesario caminar demasiado. La comida es vegetariana y nos pareció excelente.

En cuanto a la simpatía de los monjes en una escala del 1 al 10 les daríamos un 5 “pelao”. Ciertamente son hospitalarios y secos en la misma medida.

Pendientes por tanto de poder realizar el check in dejamos las maletas en el hotel y nos dirigimos a la oficina de información situada en una esquina junto a la parada de autobús de Senjuin-bashi (a la llegada a la estación de teleférico de Koyasan tomar un mapa). La oficina de infamación vende pases que permiten la entrada a todos los lugares de interés por 1500Y por persona.

Una estrategia alternativa puede ser no comprar el pases y decidir que hacer ya que en muchos casos es más interesante el exterior que el interior y para lo primero no es necesario pagar.

Los lugares más recomendables a visitar serían sin duda Kongobuji Temple y Garan. El día tal como ya hemos indicado lo acabamos en el monte Koya.

DÍA 5 -De Koyasan a Kyoto pasando por Nara, pero antes rezaremos un poquito!!-

Una vez más el día comienza temprano y a las 5.30 ya estamos poniéndonos en pié. A las 6.00 un monje pasa a recogernos a nuestra habitación. No admite la más mínima demora y hay que ser puntual. Nos dirigimos a una cámara de madera delicadamente trabajada y con el suelo cubierto de tatamis y un altar situado en el centro. Durante casi una hora se oficia la ceremonia religiosa con la que se inicia cada día. El joven gran maestro la preside alternando unas veces y simultaneando otras sus cantos junto con otro monje que le secunda. Un tercer monje mucho más joven cierra el grupo, este con el rol de aprendiz. El resto de asistentes somos los huéspedes del templo y que seguimos y participamos atentamente en la ceremonia. Lo hacemos arrodillados y sentados sobre nuestros pies estirados paralelos al suelo. Solo somos nosotros dos y un occidental más y el resto de asistentes son todos japoneses. Los tres occidentales acabamos desistiendo y acabamos medio sentados por el dolor… es increíble lo flexibles que son. Tras la ceremonia nos trasladamos a otra cámara. Esta es más pequeña y más bonita si cabe. En ella celebramos la ceremonia del fuego. Es realmente espectacular y digna de ser vista.

Tras todo esto nos apresuramos a partir nuevamente. El tren que teníamos previsto tomar lo perdimos por prolongarse las ceremonias más de lo calculado. No tenemos problema en encontrar otra combinación que se ajuste a nuestra necesidad. El destino final es Kyoto y por el camino planificamos parar en Nara. Ambas fueron capitales de Japón. Nara, la antigua Heijo, fue la primera permanente que hubo.

A nuestra llegada a Nara lo primero que hicimos es dejar nuestras maletas en las consignas de la estación para podernos mover con comodidad ya que recordemos que no estábamos alojados en ningún hotel. Una consigna para una maleta del tamaño más grande en la que también cabe una trolley vale 600Y y para solo una trolley 400Y.

Caminamos en dirección al complejo histórico de Nara pasando previamente por el Nara Park famoso por los dóciles y sociables ciervos que en el viven. Es fácil encontrar a niños que van de excursión cultural con el colegio dándoles de comer galletas.

Pasamos ante la pagoda/templo de Kofukuji hasta lelgar al impresionante Todaiji Temple (entrada 500Y por persona).

Este templo alberga la majestuosa estatua de madera Daibutsu, conocida como el gran Buda por ser el más grande de Japón. El templo es el edificio de madera más grande del mundo a pesar de que su tamaño actual es un 66% del original ya que fue reconstruido en el año 1692. Sin lugar a discusión, este es el icono y máximo representante de Nara.

Seguimos nuestro recorrido a pié rodeados de bosque, ciervos y otros templos de igual belleza pero empequeñecidos por lo ya visto hasta llegar a Kasuga Taisaha (entrada 500Y por persona). Este es un precioso templo Sintoísta famoso por sus farolillos. Hasta el final del periodo Edo y siguiendo dicha tradición, el templo fue reconstruido de forma periodica cada 20 años.

En nuestro Lonly Planet se comentaba que uno o dos días eran recomendables para visitar la ciudad. Es cierto que la ciudad tiene más cosas que ver pero el principal interés de Nara se centra en lo ya visto. El resto son atractivos que se pueden encontrar de forma recurrente y que vimos en otros puntos del país. Así pues nos sentimos satisfechos después de nuestra visita de medio día largo a la ciudad.

Recogimos nuestras maletas en la consigna de la estación y partimos nuevamente a Kyoto, nuesto destino final. Nos alojamos en el hotel Court cercano a la parada de metro de Shijo. La reserva la realizamos mediante AsiaRooms.com al precio de 105 euros la noche en régimen de alojamiento y desayuno. Es un hotel de tipo medio, funcional y su ubicación nos pareció buena por que está a un corto paseo del mercado de Nishikikoji desde donde un pocos minutos más a pié se llega a Gion.

Nos desplazamos hasta la estación de metro de Shijo y tomamos un taxi. Estaba cerca y solo pagamos la bajada de bandera que son 650Y. De hecho el conductor se equivocó y nos pidió disculpas y paró el taxímetro. Esto es Japón. El hotel está en una callejuela a mano izquierda según se baja Nishinotoin que a su vez cruza de forma perpendicular Shijo-dori.

Lo que nos quedaba de tarde lo dedicamos para volver a visitar a nuestras escurridizas amigas geishas y pasear nuevamente por los alrededores de las calles Hanamikoji y Shinbashi.

DÍA 6 -Kyoto 2a parte, de vuelta en la capital cultural-

Ya intentamos el primer día que visitamos fugazmente Kyoto visitar el Castillo de Nijo. No pudo ser por que por que es muy grande y solo aceptan visitas hasta no más tarde de las 16h o 16.30h. La entrada vale 600Y por persona. La mejor manera para llegar es en metro hasta la parada de Nijojo-mae.

Tras el foso y su imponente muralla de piedra se encuentra primero el edificio Ninomaru (castillo secundario) y Honmaru (castillo principal). Desgraciadamente no está permitido hacer fotos en su interior. Las diferentes salas de recepciones, aposentos y demás muestran la sutilidad, delicadeza, buen gusto y funcionalida con la que se vivía en lo que era la casa del general y centro de administración o Shogunate (bakufu en japonés). Especial mención merecen también los jardines que son cuidados con mimo y esmero.

Seguidamente, aprovechando la proximidad nos desplazamos a Kinkakuji, también conocido como el Golden Pavillion.

El desplazamiento a la mayoría de lugares de interés hay que hacerlo con autobús ya que la red de metro de kyoto no es tan densa como la de Osaka o Tokio. En el punto de información turística de Kyoto station el primer día nos hicimos con un cuadro de combinaciones de autobús con los principales puntos de interés.

Así pues, desde la parada situada a la izquierda de la puerta del castillo según se entra, tomamos el autobús número 101 y nos dejó apenas a un centenar de metros del pabellón dorado. La entrada cuesta 400Y por persona.

En medio de un jardín hay un lago con un templo zen cubierto de láminas doradas. Es una de las imágenes más famosas de Kyoto. Fue reconstruido en 1955 tras ser destruido cinco años antes.

Nuestra siguiente parada era Heian Shrine. Llegamos esta vez con el autobús 204. Paramos el la parada que hay tras cruzar el río. A continuación hay que adentrarse por las calles y caminar una pocos centenares de metros.

Sus edificios son reproducciones a escala del Palacio Imperial del periodo Heian. Es un conjunto sintoísta. Está presidido por un enorme tori que dado su tamaño y distancia no parece que forme parte de una unidad arquitectónica pero realmente marca la puerta de entrada.

Siguiendo nuestro recorrido por la ciudad e intentando racionalizar los desplazamientos y la distancia de los mismos nos dirigimos a al Templo Sanjusangendo. Para ello tomamos el autobús número 100 que parte de la base del gran tori que hay calle abajo.

Este lugar guarda un verdadero y espectacular tesoro en su interior. Alberga 1001 estatuas de Kannon la deidad de la merced. En el centro del largo salón hay una gigante y a ambos lados de esta 500 más de menor tamaño. A parte de las 1001 estatuas el recinto también contiene una pequeña exposición fotográfica y de diversos utensilios.

El acceso al recinto cuesta 600Y por persona. Una vez más está prohibido tomar fotos de manera que la adjuntada está en este caso obtenida de Internet.

El día había sido tan intenso como productivo. Saciados decidimos poner fin a nuestras visitas.

A pesar de ello, sin lugar a duda Kyoto tiene un patrimonio impresionante que podría justificar una semana seguida de visita a la ciudad. Como ejemplos para visitas más extensas bien merece la pena citar el Templo Kiyomizudera con su terraza con vistas a la ciudad y que en primavera con la floración del cerezo es espectacular. También el Templo Ginkakuji o Siver Pavilion (pabellón de plata) es un encantador lugar de estilo Zen. Por último el Palacio Imperial de Kyoto y su jardín también es un buen lugar a visitar pero para ciertas zonas es necesario obtener un permiso para el cual hay que tener muy presentes los horarios de obtención y visita.

Es la hora de decirle adiós a una ciudad que nos ha dejado maravillados por su patrimonio, cultura y belleza. Tomamos un taxi desde Sanjusangendo hasta el hotel por 960Y. Tras un breve descanso volvemos por última vez a Gion a disfrutar del ambiente y a intentar retener en nuestras retinas imágenes de unas mujeres tan singulares como extraordinarias.

DÍA 7 -Kanazawa por la mañana, Kinosaki por la tarde. El Japón más auténtico-

Le habíamos ganado un día al tiempo según planificamos nuestra ruta. Rrecordemos que habíamos visitado en nuestro tercer día en Japón Kyoto en detrimento de Toba. Así pues, el tiempo de este día que era para Kyoto lo dedicamos a adelantar nuestra visita a Kanazawa y sus jardines en un desplazamiento de poco más de medio día incluyendo ida y vuelta. La idea original era ir de Kyoto a Kanazawa y dorimir en Takayama donde visitar al día siguiente el mercado matinal.

Dado que la intención era acabar el día y quedarnos a dormir en Kinosaki hicimos el check out en nuestro hotel de Kyoto rehaciendo previamente nuestro equipaje. Se trataba de dejar nuestra maleta grande en el hotel al que teníamos que volver al otro día nuevamente y desplazarnos de forma ágil solo con equipaje de mano. Esta es una técnica que usamos de forma recurrente. Es útil fijar bases desde las que desplazarse para poder ir dejando el equipaje que no se usa y recogerlo más tarde.

Partimos temprano a Kanazawa y nada más llegar aligeramos más nuestro equipaje dejándolo en las consignas de la estación (300Y cada trolley). Dicha estación tiene dos salidas. Según se deja la zona de vías se ha de salir por la derecha para ir a parar a la zona de autobuses desde donde se puede tomar la línea circular que pasa por la mayoría de puntos de interés de la ciudad por 200Y cada desplazamiento. A pesar de ello tomamos un taxi por 1960Y para movernos más rápido.

Llegamos a los jardines de Kenrokuen. Está considerado uno de los tres mejores jardines de todo Japón y quizás también el mejor de todos ellos. Precio de la entrada 300Y por persona. Es simplemente y ni más ni menos un placer para la vista. La naturaleza y la mano del hombre dándole forma en un ejercicio de armonía y buen gusto.

Tras salir, justo delante de la entrada a los jardines nos dirigimos al acceso al recinto del Castillo de Kanazawa. El precio de la entrada es igualmente 300Y.

Teníamos una idea formada de lo que veríamos. Esperábamos algo parecido al castilo de Nijo de Kyoto pero esta construcción solo comparte el hecho de tomar la madera como elemento de construcción base. Quizás por todo ello inicialmente no nos emocionó en exceso lo que veíamos.

Es cuando uno comienza a fijarse en las técnicas de construcción, en el ensamblado de la madera, en las habilidades técnicas que tenían aquellos carpinteros cuando uno comienza a valorar en la justa medida lo que está viendo.

Tomamos en la vía principal que pasa cercana al jardín y al castillo la línea de autobús circular para dirigirnos esta vez al distrito samurai de Nagamachi.

En este lugar todavía se conservan casas con sus respectivos jardines en impecable estado de conservación. Algunas de ellas son visitables. Se respira cierta intimidad paseando por las callejuelas de edificaciones bajas. Sus interiores son austeros.

Tras nuestro recorrido volvimos a la parada de autobús y nos subimos en el primero que encontramos con destino a “Main Station” y sin perder tiempo tomamos dirección a Kyoto. En la estación compramos bandejas de sushi para llevar y comimos en el mismo tren.

Ya en Kyoto cambiamos de línea y esta vez tomamos el tren en dirección a Kinosaki Onsen, la que posiblemente sea la mejor ciudad onsen (baños termales japoneses) de todo el país.

Kinosaki nos pareció uno de los lugares más auténticos de Japón y es aquí donde nos sentimos más inmersos en sus tradiciones ancestrales. Si existe un elemento propio y diferencial de Japón respecto a cualquier otro país asiático son sus aguas termales y su amor por el baño en ellas. Dada la ubicación geográfica entre placas tectónicas el país está repleto de dichas aguas de extremo a extremo. Kinosaki es uno de los mejores lugares. Es un importante centro de turismo interno. Solo vimos dos occidentales en 24 horas. La diferencia de este lugar respecto visitar un hotel onsen es que esta es toda una ciudad dedicada a los onsens en la que hay 7 locales públicos.

Nada más llegar nos cayó la noche. Nos dirigimos a nuestro hotel. Era el Kinosaki Kanko Hotel Higashiyamaso. Reservamos una vez más con Japanhotel.net. El alojamiento sin desayuno nos costó 184 euros y no era de los hoteles más caros (tampoco el más barato). El precio incluía tickets de acceso gratuito a los onsens públicos desde el momento del check in hasta el check out (de 15.00 a 10.00). Los onsens funcionan entre las 07.00 y las 23.00 (cada uno tiene su propio horario). Satono-yu alterna el uso de sus instalaciones de un día para el otro entre mujeres y hombres.

Encontramos el hotel fácilmente ya que lo teníamos marcado en nuestro mapa. En caso contrario hubiera sido problemático teniendo en cuenta que la rotulación estaba en escritura japonesa.

Nada más hacer el check in nos entregaron una nota: “Sentimos decirle que nuestro personal no habla inglés. Agradecemos su comprensión”. ¡Estamos en Kinosaki! El establecimiento dispone de habitaciones tradicionales con baños de estilo occidental.

Nos dirigimos a uno de los onsens que habíamos planeado visitar. Los mejores son Goshono-yu, Satono-yo y seguidamente Ichino-yu. Comenzamos por el primero. Caminar por la calle era una delicia. Todo el mundo vestía yukatas (kimono) y calzaba gettas (sandalia de plataforma de madera). La vida de la calle por la noche con la gente paseando vestidos de tal manera dirigiendose a los onsens y reponiendo energías en restaurantes, tiendas de zumos, etc. es encantador de ver. Son gente tremendamente sana y su baño de primera y última hora del día es sagrado.

DÍA 8 -Kinosaki Onsen, vamos a bañarnos.. ¿que me pongo?-

Comienza un nuevo día y decidimos aprovechar el tiempo desde el primer minuto. Así pues nos vamos nuevamente a bañarnos a un onsen.

El baño se realiza desnudo sin complementos tales como joyas o relojes y en recintos separados para hombres y mujeres. Los establecimientos tienen consignas gratuitas en los vestidores. No hay problema en acceder a los establecimientos vestido con ropa de calle pero lo habitual, especialmente a partir del atardecer, es hacerlo usando yukata y gettas. Bajo la yukata solo se viste ropa interior, en el caso de las mujeres solo la parte inferior. La yukata se viste de manera que el lado izquierdo se superpone sobre el derecho y el cinturón se dispone en su parte central sobre el abdomen rodeando la cintura de manera que el extremo izquierdo acaba a nuestra derecha y viceversa.

A parte de la vestimenta son igualmente importantes los accesorios. Es habitual llevar consigo una pequeña cesta de mimbre. Esta cesta sirve para llevar una toalla con la que secarse tras el baño y una más pequeña. Esta segunda toalla suele utilizarse de forma sutil para en el caso de los hombres taparse con cierto disimulo el pene y en el caso de las mujeres el busto al moverse entre los baños. Una bolsa de plástico también es útil dado que la pequeña toalla acaba siempre empapada. De no disponer de toallas los onsen también las venden.

Nuestra sesión matinal de baño no se prolongó durante mucho tiempo. De hecho lo normal sería poco más de un cuarto de hora y no más de media. El calor es intenso y el cuerpo no pide prologar el baño mucho tiempo.

Dedicamos la mañana a pasear por el pueblo. Habíamos hecho el check out en nuestro hotel y ellos mismos habían desplazados nuestras maletas a un deposito gratuito que hay a la salida de la estación.

Era ya la hora de comer y nos dispusimos a disfrutar de el otro motivo por el que Kinosaki es conocida. Su cocina basada en pescado y especialmente en el cangrejo. No en vano está población está muy próxima a la costa occidental. La mejor época para degustar el cangrejo es en invierno que es la temporada.

Comimos en Okesyo-Sengyo Kaityuen. Está cercano a la estación de tren en la calle que parte desde esta hacia el río.

Este es un local que en su planta baja funciona como una pescadería. Hay que subir por unas escaleras que suben desde la misma calle hasta el piso superior. Su comedor dispone de mesas y sillas pero también de un espacio con tatamis donde comer al estilo tradicional. El genero que cocinan sale de su propia pescadería y ni que decir tiene que es excelente.

Nuestros últimos momentos en el pueblos los pasamos esperando que llegara la hora de tomar nuestro tren de vuelta a Kyoto junto la fuente pública que hay cerca de la estación. La gente se sienta en ella a poner sus pies a remojo y a descansar mientras charlan tranquilamente. Nuevamente el Court Hotel nos esperaba en con las maletas que en su momento dejamos a la espera de nuestro regreso. Escala breve. Takayama nos aguardaba al siguiente día.

DÍA 9 -Takayama, la puerta de entrada a Shirakawa-go-

El tiempo recuperado por la anulación de nuestra excursión a Toba planificada para nuestro segundo día fue invertido de una de las mejores maneras en las que se podía hacer: visitar Shirakawa-go.

Teníamos previsto llegar a Takayama desde Kanazawa a final del día con el único objeto de visitar su mercado matinal al día siguiente.

El caso es que a toro pasado Takayama con su mercado no nos pareció uno de los mejores sitios visitados durante nuestra ruta pero su proximidad a el pequeño pueblecito y el hecho de disponer de todo un día hizo que bien valiera la pena el tiempo dedicado.

Partimos a primera hora de Kyoto vía Nagoya pasando por bonitos paisajes. Llegamos a las 10 de la mañana. Frente la estación un punto de información nos facilitó mapas y horarios de cómo llegar a Shirakawa-go. Nos dirigimos a la taquilla para reservar nuestros tickets de autobús de ida y vuelta. El coste total es de 4200Y por persona y el trayecto dura algo menos de una hora gracias a los nuevos tuneles que cruzan las montañas, el más largo de más de 11 kilómetros.

Tomamos el autobús de las 11.50h de manera teníamos tiempo para acercarnos rápidamente hasta nuestro hotel, el Kuwataniya, el más antiguo de la ciudad e ideal por su proximidad y dispone de onsen. Dejamos las malestas, volvimos a la estación y partimos finalmente en nuestro autobús.

Este lugar está reconocido como patrimonio de la humanidad por la UNESCO y tiene una arquitectura única. Son casas de tejados inclinados que en algunos casos llegan a los 250 años de antigüedad. Este tipo de arquitectura se de nomina gassho. El motivo de su estructura es soportar las fuertes precipitaciones que en invierno caen en forma de nieve. En el espacio que hay entre el tejado y la vivienda los granjeros se dedicaban al cultivo de gusanos de seda.

Pasamos el día paseando por la comuniadad llegando hasta Ogimachi. Es un paisaje de cuento. Todo es verde y está cuidado con cariño. Existen diversas casas tradicionales que pueden ser visitadas por 300Y por persona. Al final de nuestro recorrido llegamos a Shiroyama Viewpoint, el mirador que domina el pueblo y desde donde se difruta de bonitas vistas del mismo.

Como en nuestro caso, a Shirakawa-go se puede ir y volver en un solo día desde Takayama e incluso desde Kanazawa pero una buena alternativa tambien es dormir en el pueblo.

Si la opción escogida es pernoctar, esta es una experiencia que los que la han vivido la califican de encantadora. El único requisito es estar dispuesto a irse a dormir temprano por que por la noche no hay nada que hacer.

Para aquel que al final del día esté de vuelta en Takayama, en especial para quien no haya tenido la oportunidad de degustar la deliciosa ternera de Kobe, Takayama ofrece la posibilidad de probar la ternera de Hida, otra de las que gozan de gran reputación.

DÍA 10 -De Takayama a Tokyo, de los mercados matinales a Shibuya-

Los mercados matinales de Takayama son muy populares y si se visita la ciudad es recomendable dar un paseo entre sus paradas.

Ciertamente no es un imán suficientemente potente como para hacer la ciudad merecedora de ser visitada solo por su mera existencia. Ello no quita que este lugar pase por ser una de las visitas más populares de la localidad.

Son mercados con productos de uso común orientados a público autóctono. Vendedoras de flores, de carne, de artesanía, de souvenirs, paradas cocinando tofu… un sin fin de tenderetes por los que turístas y ciudadanos se mezclan con distintos intereses en una escena de cotidianidad. Le dedicamos relativamente poco tiempo a la visita.

Desde este lugar caminamos hasta la ciudad antigua. Su estado de conservación es impecable y está localizada en el margen del río próxima a los mercados matinales.

Las calles son estrechas y las construcciones están hechas de madera y no tienen más de uno o dos niveles de altura. Se trata de casas y locales que siguen realizando su función. Por tanto, estamos hablando de construcciones vivas.

Entre los locales se pueden observar algunos que sobre su puerta de entrada una curiosa figura circular de madera cuelga. Se trata de un distintivo para señalar que estamos ante una destilería de sake. Son numerosas en Takayama y especialmente en esta zona. Aquí la dificultad no es encontrar sake sino que la complejidad radica en elegir entre una de las muchas botellas.

Tras nuestro breve recorrido de primera hora de la mañana tomamos el tren de las 9.30h. Hay que pensar que en Japón el día comienza temprano.

Esta vez nuestro destino era Tokyo. Excepcionalmente habíamos reservado asiento dado que de lo contrario era posible que tuvieramos que viajar separados desde Nagoya por no ser comienzo de línea.

Nos alojamos en el Hotel Monterrey Ginza. Está justo nada más salir de la parada de metro Ginzaicchome. A pesar de ello es igual de ágil caminar 5 minutos a pié desde la estación Yurakucho de la JR Yamanote Line. Reservamos con Hotelclub por 118 euros la noche en régimen de alojamiento y desayuno.

Lo primero que hicimos es visitar el barrio de Shibuya. No se puede ir a Tokyo sin pisar este lugar, especialmente el famoso cruce de Shibuya. Posiblemente el cruce más famoso y confluido del mundo.

Es fácil quedar hipnotizado en la ventana del Starbucks o de l’Occitane viendo la gente apelotonarse junto a los semáforos a la espera que se pongan en verde. Cuando ello sucede la calle es tomada por los peatones cruzando en todas direcciones y tan pronto vuelve el rojo simultáneamente desaparecen para dejar paso a los coches. Es el latido del corazón de Tokyo.

La mejor foto puede ser tomada desde el paso elevado de peatones que comunica con la estación de metro. Está opuesto al Starbucks y se tiene una vista en perspectiva del cruce.

Tokyo es una ciudad ultra consumista. Eso le queda claro a cualquiera que lleve cinco minutos en la ciudad. Hay galerías comerciales, todas repletas, por todas partes. Los jóvenes visten de forma moderna y atrevida, especialmente las chicas. Se podría incluso afirmar que en cuestión de tendencias en esto también van un paso por delante nuestro.

A escasos metros del cruce se encuentra Shibuya 109, uno de los mejores lugares de ropa joven para dejarse llevar por el desenfreno comprador. Si como nosotros, se tiene la suerte de visitar durante las rebajas el espectáculo está asegurado. Tiendas llenas, dependientas en pié sobre cualquier punto elevado gritando a todo pulmón para reclamar la atención de clientes, color, mucho color y la música a todo trapo. Es cualquier cosa menos aburrido.

Los precios no son desorbitados y si en el caso de las chicas se decide comprar alguna prenda, hay que saber que las de la parte superior del cuerpo no se pueden probar. Se hace a ojo sobreponiéndolas encima de una misma. Parece ser que es por lo muy maquilladas que algunas japonesas van y con tal de no ensuciar la ropa.

Según se sale de Shibuya 109 y junto al Starbucks calles peatonales se adentran entre los edificios. Se trata del Center Gai. Tiendas, especialmente de ropa, centros de juego, clubs nocturnos, restaurantes: bienvenidos a la jungla de neón. Tocaba reponer fuerzas y nos detuvimos aquí a cenar en lo que se llama el Spain Slop o Supeinzaka, una calle compuesta de escaleras rodeada de restaurantes y lugares de copas.

Era de noche pero todavía no era demasiado tarde y nos dispusimos a hacer una de aquellas actividades obligadas en Tokyo, ver la ciudad de noche desde lo alto de un rascacielos.

Tomamos el metro desde Shibuya hasta la parada de Tochomae. Aparecimos a las puertas de los dos edificios de la Oficina del Gobierno Metropolitano de Tokyo. En su web se detalla exactamente como llegar, los horarios y que observatorio abre cada día dado que funcionan de forma alterna. La entrada es gratuita y las vistas no tienen precio.

Tomamos nuevamente el metro desde Shinkuju, la estación más grande de la ciudad. Media hora nos separaba de Yurakucho con la línea JR. Era el final de un día muy intenso.

DÍA 11 -Tokyo, ¡Que grande es!-

Tokyo es muy grande. Esto no es ninguna novedad. Cuando uno baja del vagón de metro y tiene que tomar la decisión de que puerta de la estación tomar para salir a la calle se da cuenta de ello. Cuando no se tiene claro la que hay que tomar mapa en mano y echando mano del sentido común un trata de decidir la apropiada pero….. una vez en la calle (habiendo acertado o no la puerta) hay que ubicarse definitivamente y eso no es fácil. Las calles son abrumadoramente grandes y la mayoría de las veces no tienen nombre. Tras movernos durante días con agilidad Tokyo no nos lo ponía fácil.

Comenzamos el segundo día predispuestos a que lo anterior no nos amargue la fiesta. Tomamos el metro hasta Yoyogi para visitar el templo sintoísta de Meiji Jingu. Está rodeado por un basto parque y suele ser un lugar muy concurrido.

Una vez más, casualidad o no tenemos la oportunidad de ver una boda tradicional. A diferencia de Miyajima solo podemos ver la llegada de los novios junto con su comitiva pero la ceremonia se realiza en privado.

El Parque Yoyogi es conocido también por un fenómeno puramente japonés: las lolitas que cada domingo se reunen en el.

En este lugar se concentraban imitadores de Elvis que eran disuadidos por las autoridades. En lugar de erradicar este fenómeno tuvieron que sucumbir cuando chicas de familias obreras del extrarradio comenzaron a tomar el parque. Eran jóvenes y con ganas de revelarse mostrando una imagen radical. Hay que pensar que en su día a día visten con uniforme de una manera que en occidente cuanto menos calificaríamos de cursi.

No menos digna es la visita a Takeshita dori justo en frente de la salida de la estación de Harajuku. Si una lolida viste de forma distina por fuerza ha de comprar su ropa en un lugar diferente y ese lugar es esta calle.

En esta calle se encuentran algunas de las tiendas de ropa para adolescentes más atrevidas. El día fuerte es el domingo pero después del horario de colegio también resulta de lo más divertido pasear.

Desde aquí caminamos hasta Shibuya una vez más. No es un paseo corto pero si divertido. Nos detuvimos en galerías de ropa como Laforet o de juguetes como Kiddy Land en las que resulta más fácil encontrar grandes que pequeños.

Como no, también tuvimos la oportunidad de entrar durante nuestro viaje en algún pachinko
. Los locales donde se puede jugar son tremendamente populares y durante la noche están especialmente llenos.

El juego es algo así como una tragaperras de las nuestras pero con el añadido de hacer caer bolitas metálicas en los agujeros correctos. Por algún extraño motivo el jugador parece estar hipnotizado ante la máquina e impasible a cualquier estimulo externo.

Los que no estábamos impasibles éramos nosotros. Poneros sino a prueba y comprobad vuestra capacidad de aguante. El volumen de la música es ensordecedor. El show es realmente divertido y un pelín friki.

El día llegó a su fin en los alrededores de de la parada de metro de Hiro-o comiendo yakitori. Esta zona es colindante a Roppongi pero más tranquila. De hecho, Roppongi es una zona de fiesta nocturna para turistas.

DÍA 12 -Tokyo, Lonja de pescado.. hasta pronto Japón-

En nuestro último día en Japón nos levantamos bien temprano con la intención de saldar un asunto pendiente. Poco antes de las 5 de la mañana el despertador ya suena. Nuestra intención es ir al mercado de Tsujiki, la lonja de pescado más grande del mundo.

Antes de planificar la visita es recomendable consultar su web oficial y especialmente su calendario (acceso a 2009). La mayoría de días está abierta pero no hace gracia llegar sobre las 5.30h y encontrarla sin actividad.

Para llegar hay que desplazarse hasta la estación de Tsukiji de la Hibiya Line. Nosotros íbamos sin referencias pero estar en el vagón rodeados de tipos con botas altas de plástico nos infundía confianza.

Tomamos la salida número 2 y ya en la calle seguimos recto pasando primero un McDonalds anuestra derecha y finalmente girando a la izquierda pasando ante una gasolinera Shell. Según nos adentrábamos en los terrenos de la lonja nos dirigimos a una gran superficie cubierta a nuestra derecha.

La actividad es frenética y hay que procurar ser respetuosos y no entorpecer la labor de los que están trabajando.

Si se ha sido disciplinado se habrá llegado temprano. Nosotros a las 5.30h ya estábamos. Eso nos permitió asistir a la subasta del atún. En medio de un griterío considerable se van asignando destinatarios a los centenares de atunes que llegan congelados de países distantes como Nueva Zelanda. Tanto por cantidad como por tamaño es alucinante la imagen.

Tras la subasta pasamos un largo rato deambulando por las callejuelas de la lonja alucinando. Vemos toda clase de pescado, marisco, moluscos... mejillones grandes como nuestras cabezas... no hay palabras.

Tanta emoción abre el apetito y nada mejor que comer un buen plato de sushi. El más fresco del mundo, del barco a la subasta y luego al plato. Todo en un par de horas o tres.

Los trabajadores de la lonja realmente comen noodles y verduras de manera que puestos a hacer la turistada se trata de hacerlo bien y tal cual salíamos de la lonja nos dirigimos a uno de los locales que estaban én frente a primera línea. Nos costó el desayuno 2600Y a cada uno.

Se puede comer más barato pero era pescado de la mejor calidad. El sencillo bar tenía bastantes fotos colgadas en la pared de lo que parecían celebridades locales. Por su parte, el cocinero se esmeraba en prepararnos el sushi, el sashimi y los makis al momento delante de nosotros. El desayuno inclía sopa de miso y te verde a discreción.

Nuestros últimos momentos los dedicamos a pasear por Ginza. Es la zona de tiendas de lujo por excelencia. También es el emplazamiento de centros tan conocidos como la Sony Gallery o la Apple Store. Como tal es una zona mas de ir a mirar que ir a comprar pero dado que teníamos el hotel allí mismo apenas perdimos tiempo en la visita. Tras esto iniciamos nuestra vuelta a Osaka para proseguir nuestro viaja ahora ya en tierras filipinas.

Sigue en Filipinas.