lunes, 27 de julio de 2009

Shanghai, el puerto de oriente



Shanghai es la ciudad más grande de China y siempre ha sido considerada el puerto de Asia, no en vano es el más grande. El que una vez fuera un importante pueblecito de pescadores y producción textil es ahora uno de los principales centros del comercio internacional y máximo exponente de la pujanza china.


FICHA TÉCNICA

¿Por qué Shanghai?
Shanghai no puede dejar de estar en ningún itinerario por China puesto que es una de las ciudades más representativas y con más peso específico del país.

Nuestro caso era diferente. Nuestro viaje no era a China sino una ruta que nos tenía que llevar de Japón a las maravillosas playas de Filipinas pasando por Taiwán. A partir de ahí, dada la proximidad, la pregunta que nos formulamos fue "¿Por qué no visitar también Shanghai?", "¿Por qué desaprovechar la oportunidad de añadir Shanghai a nuestra lista de ciudades importantes visitadas y esperar más tiempo?" Dicho y hecho. China sigue pendiente en nuestro currículum pero… ¡ya vimos al dragón volar!


Días: 3.

Fecha: 21 de junio de 2009.

Itinerario: Jardines Yuyuan, Pudong, The Bund, Xintiandi (Concesión Francesa), Nanjing Rd.

Acceder a la hoja de ruta (los precios indicados son para 2 personas)


View Shanghai, Japon, Taiwan y Filipinas in a larger map

Medios de transporte utilizados: Tren, metro, taxi.

Visado: Si. Se tiene que tramitar previamente mediante la Embajada China. Ello es posible tanto en Madrid como en Barcelona. La tarifa es de 25, 35 o 48 euros según si es de una, dos o múltiples entradas. Los requisitos van en función del tipo de visado. El visado turístico de una sola entrada se puede tramitar con tres meses de antelación y el de más de una con seis meses. Es recomendable llegar mucho antes del horario de apertura de la embajada por que se crean grandes colas.

Vacunas: No.

Que no vimos y por que: Nos quedamos sin visitar el Templo del Budha de jade por que cierran a las 17.00 y llegamos demasiado tarde.

Mapa de metro de Shanghai

DÍA 1 -Llegada a Shanghai, del Bund a Pudong y viceversa.-

Llegamos puntualmente a las 07h a Shanghai en vuelo procedente de Barcelona operado por Finnair. El vuelo de ida y vuelta para dos personas costó 1111 euros. Antes de bajar del avión inspectores chinos equipados con escáneres de infrarrojos chequearon la temperatura uno por uno a todos los pasajeros en busca de posibles casos de gripe A.

A continuación realizamos los trámites de inmigración y recogimos nuestras maletas tras lo que procedimos a cambiar moneda allí mismo. Nos cobraron ni más ni menos que 5 euros de comisión. Dicha comisión no va en función de la cantidad canjeada sino que es una comisión fija por transacción de manera que algunos grupos realizaban el cambio de forma conjunta para ahorrar costes.

Seguimos los indicadores para tomar el tren Maglev en dirección a Longyang Rd. Station de la línea 2 de metro. Los trenes parten cada 15 o 20 minutos dependiendo de la hora y tardan otros tantos en llegar a su destino gracias a la velocidad a la que viajan: ¡hasta 430 km/h!

El horario de servicio es entre las 06.45 y las 21:40 de manera que dependiendo del horario del avión puede ser necesario recurrir a otros medios de transporte.

El billete sencillo cuesta 50 yuanes que pueden ser rebajados a 40 si en el momento de la compra en el aeropuerto se presenta la tarjeta de embarque del vuelo con el que se ha llegado. El trayecto de ida y vuelta cuesta 80 yuanes. El pago puede ser realizado con tarjeta de crédito.

Una vez que llegamos al final del trayecto cambiamos el tren por el metro y nos desplazamos hasta la estación de Dashijie por 3.5 yuanes por persona. Desde allí tomamos un taxi hasta nuestro hotel pagando solo la bajada de bandera que cuesta 11 yuanes. Es bueno llevar el nombre y/o dirección escrito en chino porque tanto nuestro alfabeto como nuestra fonética son una barrera a la hora de entendernos con la mayoría de gente.

Nos alojamos en el hotel Renaissance Yuyuan. Se trata de un hotel de cinco estrellas de la cadena Marriott junto a los jardines de Yuyuan y cercano al Bund. La reserva la realizamos mediante AsiaRooms.com al precio de 86 euros la noche en régimen de alojamiento y desayuno. La relación calidad precio es excelente dado que el precio para el servicio recibido es más que razonable para el bolsillo occidental. Las instalaciones son totalmente nuevas y de diseño confortable y el desayuno es amplio y variado.

Una vez ubicados nos dispusimos a visitar la ciudad. Lo primero que hicimos es dirigirnos a pié hasta la orilla del río para ver el skyline que el distrito financiero de Pudong dibuja y de paso tomar la típica foto de Shanghai. Frustración. No era posible. La ciudad se está preparando para la Expo 2010 y está patas arriba. El paseo que sigue el margen del río está derruido y el espacio que ocupaba cercado de manera que no hay vistas a Pudong. Más tarde nos buscamos la vida para podernos salir con la nuestra.

Así pues deseábamos cruzar el río para visitar in situ la zona de rascacielos pero todo parecía complicado. El metro estaba lejos y no había ningún puente por el que acceder. La solución la encontramos en el Bund Sightseeing Tunnel. Cruza el río por debajo por el "módico" precio de 20 yuanes por persona y trayecto o 60 en el caso del billetede ida y vuelta. Se puede pagar con tarjeta de crédito. El corto recorrido se hace en pequeñas cabinas guiadas sobre raíles que recorren un túnel ambientado e iluminado de manera bastante friki. Los extremos se sitúan a un lado en el Bund y al otro cerca de la base de la Oriental Pearl Tower.

Compramos el ticket de acceso. Existen varias tarifas dependiendo del piso hasta el que se quiera subir. Puestos a ello subimos al más alto posible. Cuesta 150 yuanes, un precio excesivo para lo que se obtiene a cambio. Al contrario que otras atracciones de este típo que pueden ser visitadas en otras ciudades no dan ni un triste tríptico con información básica. Una vez dentro en el vestíbulo situado en la base desde donde se toman los ascensores el ambiente y la decoración son fríos. Cuando se llega a las diferentes secciones situadas en la parte superior no hay indicadores y menos todavía explicaciones de las vistas, de la construcción de la torre o de comparativas con otras torres similares. En general nos pareció una visita prescindible dado que teníamos previsto subir a edificios más altos. Si el día no es totalmente claro debido al tiempo o la polución lo más recomendable es descartar pagar por entrar.

Dejamos tras nosotros la torre de televisión y sorteando obras y cortes de calles caminamos hasta el edificio Jin Mao. Con una altura de 420 metros y 88 pisos pasa por ser un bonito edificio donde su diseño fusiona modernidad y tradición.

La entrada está situada en la cara derecha de la torre según se mira hacia el Bund. El acceso al mirador cuesta la simbólica cantidad de 88 yuanes. Es notablemente más barato que la Oriental Pearl Tower y goza de mejores vistas. A pesar de ello aquí tampoco hay trípticos, explicaciones, exposiciones ni nada. Simplemente cuatro tiendas con los mismos artículos cutres de recuerdo. Sin duda la visita ha Jin Mao es sufiente para ahorrarse el acceso a la Oriental Pearl Tower pero a pesar de ello Jin Mao también es suprimible por la más majestuosa visita al Shanghai World Financial Center inaugurado recientemente.

El día lo acabamos regresando a nuestro hotel y realizando un alto en el camino para ver el Bund de noche. Es un lugar actualmente está privado de su paseo a causa de las obras. El único símbolo de identidad con el que cuenta es una fachada de edificios carente de belleza durante el día a causa de la suciedad que la polución genera y solo la iluminación nocturna atenúa.

DÍA 2 -Jardines de Yuyuan, compras y un poquíto más de Bund y Pudong.-

Aprovechando la próximidad a nuestro hotel comenzamos el día visitando los jardines Yuyuan . Tienen una extensión de más de 20.000 m2 y 400 años de antigüedad.

Para acceder a los jardines previamente se atraviesa una bonita zona comercial repleta de tiendas y locales de comida ubicados en edificios de diseño tradicional Es un lugar eminentemente turístico pero con encanto. Las calles rebosan de vida y de gente paseando por ellas. No hay nada más que dejarse perder por ellas hasta llegar a una zona en la que hay un lago interior atravesado por un pequeño puente que se dirige hasta la entrada al recinto del jardín. El acceso al jardín requiere la compra de un ticket. La entrada cuesta 30 o 40 yuanes dependiendo de la época del año.

El jardín es un remanso de paz en el interior de una ciudad bulliciosa. Es un magnífico lugar de inexcusable visita para poder admirar los tradicionales y exquisitos jardines chinos. Agua vegetación y rocas juntas forman una combinación perfecta orientada a dar placer tal como su nombre en chino indica.

Seguidamente nos desplazamos una vez más a Pudong. Nos dirigimos a pié a la estación de Dashijie para tomar el metro hasta Dongchang Rd. El trayecto costó 3 yuanes por persona. Desde esta estación caminamos nuevamente, esta vez sin tener que sortear obras, hasta el edificio Shanghai World Financial Center. Tras lo comentado sobre Jin Mao y la Oriental Pearl Tower ahora hay que recalcarlo: En Shanghai este si que es "el edificio" a visitar.

El SWFC es el segundo edificio más alto del mundo tras Taipei 101. Está claro que esto será hasta nuevo aviso ya que tanto Dubai como la propia Shanghai tienen sobra la mesa nuevos y más ambiciosos proyectos.

Casualmente ambos edificios tienen 101 pisos. En la cultura china el número 100 simboliza la perfección. Así pues 101 supone superar la perfección.

Pagamos nuevamente por subir al observatorio del edificio. Nuevamente la entrada valía 150 yuanes por persona. Se acepta el pago con tarjeta de crédito. Esta vez fuimos sorprendidos gratamente con folletos informativos sobre la visita al edificio. Está claro que dista todavía de la calidad informativa de otros edificios de este tipo pero era un pequeño avance. En este sentido los chinos todavía tiene mucho que aprender. Tampoco en este caso habían exposiciones temáticas sobre el edificio, etc.

En todo caso disfrutamos de la visita. El acceso futurista a los ascensores es precedido por un ascenso de lo más psicodélico. A medida que el ascensor gana velocidad la luz casi inexistente parpadea cada vez más rápido hasta iluminar totalmente el ascensor. Llegamos al mirador superior. Existen dos miradores, sobre y bajo la gran abertura o agujero que el edificio exhibe en la parte alta.


Este peculiar diseño sigue las reglas del feng shui ya que el objetivo de tal espacio es habilitar un paso para el dragón. La ambientación es futurista, como en el resto de espacios visitados del edificio. Mirar hacia abajo, directo al cogote de la Jin Mao es espectacular. Al fondo la pequeña Oriental Pearl Tower. Esta visita resta de todo sentido a las dos anteriores.

La ciudad de Shanghai es conocida por muchas cosas... también por las compras, especialmente las imitaciones (esto es una primicia de este blog, seguro que no lo sabíais). Pues bien, existen varios lugares de referencia y uno de ellos estaba muy cerca de manera que nos desplazamos (solo para ver, claro, en ningún caso para comprar). Tomamos el metro para desplazarnos de Dongchang Rd. hasta Shanghai Science & Technology Museum por 3 yuanes por persona.

Las estaciones de metro por lo general son inmensas. En este caso se trataba simplemente de salir de la zona restringida de vías pero sin llegar a la calle. En el interior de la misma estación hay una infinidad de tiendas en las que es fácil encontrar polos, camisetas, bolsos, cinturones, relojes, artículos de deporte… se puede pasar tanto tiempo como uno quiera o pueda. Como referencia decir que los polos estaban sobre los 60 yuanes, los bolsos por 300 yuanes y los relojes podían ir desde los 100 a los 300 yuanes pero todo esto es muy relativo y el conocimiento se adquiere con la práctica.

Nuestro día ya llegaba a su fin. Tocaba un momento de relax de manera que hicimos una de las mejores cosas que podíamos hacer: cenar.

Tomamos el metro de retorno al hotel desplazandonos hasta Dashijie por 4 yuanes por persona, nos pusimos guapos y fuimos a comer, previa reserva el día antes al restaurante M on the Bund. Es considerado el mejor restaurante de la ciudad. La cocina que se sirve es occidental y no hay que perderse el plato estrella que es el cochinillo crujiente (escandaloso).

Este restaurante de buena cocina y mucha clase situado en una terraza a primera línea en el Bund es un lugar donde hombres de negocio y turistas se mezclan. Unos buscan cerrar tratos o simplemente un rato agradable. Los otros quizás busquen esos mismos momentos pero sobre todo las privilegiadas vistas a Pudong. Gracias a este restaurante pudimos salirnos con la nuestra y obtener nuestra preciada foto a pesar de las obras.

Decir que una buena hora para cenar es sobre las 18.30h o 19.00h disfrutando de la oportunidad de ver las vistas de día y más tarde de noche. Advertir finalmente que las luces se apagan a las 22.00h. ¡Concretamente las de la iluminación del skyline! Es difícil de creer pero a partir de esa hora uno ya se puede olvidar de fotos. Otro factor de riesgo para obtener una buena foto es la neblina que en ocasiones se forma producto de la humedad.

DÍA 3 -Nanjing Road: comprar, comprar y comprar.-

El eje comercial por excelencia de Shangai es Nanjing Road. Esta avenida parte desde el Bund y se prolonga más allá de People Square. De hecho People Square es el centro de la ciudad. Este lugar se toma como punto de referencia a partir de donde las calles en norte y sur o este y oeste. Esto es muy importante por que las numeraciones para las calles que siguen este sistema están duplicadas a lado y lado y se distinguen por el punto cardinal.

Lo primero que hicimos es desplazarnos a Nanjing Rd West 580. Se trata de un edificio repletito nuevamente de falsificaciones. Alguna pequeña diferencia pero nuevamente los mismos artículos que el día anterior. Aquí no llegamos a ver tantas tiendas de artículos deportivos y quizás alguna más de electrónica y telefonía pero la especialidad es claramente textil, piel y relojería.

Desde aquí nos desplazamos a Xin Tian Di conocida también como la Concesión Francesa. Es una zona de la ciudad con edificios de arquitectura colonial. No nos paramos a dedicarle demasiado tiempo. Este lugar es ciertamente suprimible desde nuestro punto de vista. Si que es una buena opción si se busca lugares turísticos con ambiente para comer y sobre todo para cenar. Hay lugares donde tomar por ejemplo una pizza o simplemente una copa.

El día había transcurrido más rápido de lo que habíamos percibido. Nos desplazamos a Shanghai Railway Station en metro y luego a pié hasta el Templo del Buda de Jade. Desgraciadamente llegamos tarde ya que solo es accesible hasta las 17.00h.

Como el día anterior no gozamos de condiciones óptimas del tiempo y no estábamos satisfechos con las fotos de Pudong tomadas desde el restaurante fuimos a tomar una copa antes de cenar al The Glamour Bar. Es un bar de copas del mismo propietario que el M on the Bund situado en el piso inferior. Eso nos permitió volver a tomar fotos sin la necesidad de volver a cenar ya que solicitamos acceder nuevamente a la terraza.

El final del día lo pasamos en Nanjing Road East (entre el Bund y People Square). Es un lugar digno de ser visitado sobre todo tras la puesta de sol. Durante el día la actividad comercial en sus centros donde no se venden falsificaciones es intensa pero de noche es un hervidero de gente paseando y disfrutando de la calle.

De regreso al hotel tomamos un taxi puesto que el metro finaliza su servicio por lo general antes de las 00.00h. La hora va en función de la línea y la estación.

Después de todo esto ya solo nos quedaba dejar la ciudad en busca del aeropuerto y eso ya fue al día siguiente. Lo tuvimos que hacer tan temprano que tuvimos que tomar un taxi que nos cobró 175 yuanes para un trayecto de 1h. No se requiere pago de tasas para salir del país. Sigue en Taiwan.

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