lunes, 27 de julio de 2009

Taiwan, la otra China

Viene de Shanghai.

Taiwan es una isla a 180 km al oeste de china y situada entre Japón y Filipinas. Es montañosa y verde y sus bosques son frondosos. Pero sin duda este lugar es conocido en el mundo por estar asociado a muchas de las etiquetas de productos tecnológicos donde figura la frase “Made in”. No en vano, Taiwán es una de las economías prosperas del mundo.

Isla Formosa (isla bonita) es tal como la bautizaron los portugueses, primeros colonos de la isla en 1544. Japoneses, holandeses y españoles también pusieron el pié años más tarde hasta pasar a control chino para finalmente volver a estar bajo el japonés. Tras la derrota de Japón en la segunda guerra mundial se restableció la soberanía por parte de la República China.

Seis años después, en 1949 la guerra civil china derivó en el traslado del centro de poder de la República China a Taipei, la ciudad más grande de Taiwán mientras que la China continental pasó a manos comunistas dando paso al nacimiento de la nueva República Popular China. Desde entonces China reclama el control sobre Taiwán y a su vez, sobre los papeles que no a la práctica, Taiwán reclama el control sobre China.

Conocer la historia reciente de Taiwán es necesario para finalmente entender que lo que a la práctica es un país soberano e independiente sobre el papel solo goce del reconocimiento de 23 países. En Europa solamente está reconocido por el Vaticano. A pesar de ello muchos países cuentan con Oficinas de Representación Económica y Cultural de Taipei que actúan como embajadas de facto.


FICHA TÉCNICA

¿Por qué Taiwán?
Decir que Taiwán no es un destino turístico sería erróneo pero ciertamente no acostumbra a figurar ni en rutas ni en currículos occidentales.

Apostar por Taiwán es tener la oportunidad de perderse a pié por espectaculares parques naturales como Taroko Gorge. También se puede viajar en el tiempo en Tainan, cuarta ciudad más grande del país y antigua capital donde se pueden visitar templos y fortalezas tan bellos como los que se puedan encontrar en China. Por último no hay que obviar Taipei, la capital que aúna la esencia de todo lo que es Taiwán. Taipei 101 es el emblema del país. Con sus 101 pisos y una altura de más de medio kilómetro hasta la fecha es el edificio más alto del mundo.

La gente en Taiwán es especial y eso se percibe desde el primer momento. Sus raices son chinas pero algo queda de la época en la que el imperio japonés se estableció. Se mezclan la cordialidad de unos con la organización y eficiencia de otros. Se entremezclan también la tradición heredada de antepasados con el gusto por la moda y todo lo que huele a modernidad de sus vecinos japoneses. Tan pronto se llega al país uno se da cuenta que aquí todo funciona y que allí donde se va siempre habrá un taiwanés dispuesto a brindar amable y desinteresadamente su ayuda aun que no se le haya requerido: comprar un ticket de metro, subir las maletas por la escalera del metro, ser acompañado hasta la misma puerta del hotel... en fin, son unas de las personas más hospitalarias con quien uno se pueda tropezar.


Días: 4.

Fecha: 24 de junio de 2009.

Itinerario: Taipei (Shilin Night Market, Taipei 101, Maekong, Danshui, Longshan Temple, Ximending, Peace Park, Chiang Kaishek Memorial Hall).

Acceder a la hoja de ruta (los precios indicados son para 2 personas)


View Shanghai, Japon, Taiwan y Filipinas in a larger map

Medios de transporte utilizados: Autobús, metro, taxi.

Visado: No.

Vacunas: No.

Que no vimos y por que: Nuestra idea inicial era visitar también Tainan, la anigua capital. Nos vimos obligados a desistir por culpa de Cebu Pacific. Teníamos previsto entrar por Taipei en el norte y salir por Kaohsiung en el sur a unos pocos kilómetros de Tainan. Cebu resultó ser poco seria y fiable y nos condicionó repetidamente a lo largo de nuestras vacaciones.

Mapa de metro de Taipei

DÍA 1 -Llegada a Taipei, primeras sensaciones y paseo por los night markets.-

Nos desplazamos a Taipei desde Shanghai. Inicialmente estaba previsto volar con Cebu Pacific vía Manila. Los precios son buenos pero desgraciadamente la compañía no es seria y nos canceló el tramo Manila Taipei. Finalmente volamos vía Hong Kong con Dragon Air, la filial low cost de Cathay Pacific. No solo cuenta con precios ajustados (volamos por 177 euros por persona), el servicio es excelente. A nuestra llegada a Hong Kong personal de la compañía esperaba para dar asistencia a todos los pasajeros con conexiones.

Tomamos tierra pasado el medio día. Nos dirigimos a los mostradores de las compañías de autobús. Pagamos 125 TWD por persona con tarjeta de crédito. El trayecto de algo menos de una hora nos dejó en la estación central de Taipei desde donde tomamos el metro hasta Jongshan Station por 20 TWD.

Las estaciones de metro son amplias y suelen tener múltiples salidas. Tomamos la número 4 y a los pocos metros llegamos al Tango Hotel Taipei Nanshi. Nos alojamos en regimen de alojamiento y desayuno por 90 euros diarios. Lo reservamos directamente a través de su web con alguna que otra dificultad pero ciertamente valió la pena. Las habitaciones eran nuevas, modernas, de diseño, completas y muy comodas. Una opción más que recomendable.

Después de situarnos y con la noche apunto de caer nos dispusimos a visitar el mercado nocturno de Shilin junto a la parada de metro de Jian Tan. Taipei tiene una gran variedad de night markets y este posiblemente sea el más popular entre ciudadanos y turistas.

Es inherente a la cultura china. Cuando la noche cae las calles se llenan de gente paseando de tenderete en tenderete. Entre medio de toda clase de artículos y sobre todo de ropa y complementos chiringuitos de comida se entremezclan embriagando el aire con su aroma.

El único problema con el que un occidental puede encontrarse a la hora de buscar ropa pueden ser las tallas. Por lo demás, claramente esto no es China. Ropa y estilo son más sofisticados y la gente joven están más cerca de las estridencias de Shibuya (Tokyo) que de la sobriedad de un pueblecito chino.

Antes de poner punto y final al día y de subir nuevamente al metro nos adentramos en la zona de restaurantes situada frente la estación. Más chiringuitos más humeantes se agolpan entre ellos. Multitud de clientes llenan los diferentes locales degustando toda clase de platos de auténtica comida china. Nada que ver con la que estamos acostumbrados a ver en nuestras ciudades. Así pues acabamos el día con vista, gusto y olfato saciados de nuevas sensaciones.

DÍA 2 -Del ultramoderno Taipei 101 al tradicional Templo de Longshan.-

El segundo día comenzó y acabó en el mismo lugar: Taipei 101. Son dos postales totalmente diferentes. Durante el día se puede disfrutar a partir de las 10.30h de la visita al mirador de la torre y de las magníficas vistas. Durante la noche es una gozada ver desde los cercanos parques la torre iluminada. Cada noche es de un color diferente, tantos como días tiene la semana, cada uno correspondiente a uno de los siete que configuran el arco iris.

Tomamos el metro desde nuestro hotel hasta Taipei City Hall Station por 25 NTW por persona. Nada más girar en la primera esquina hacia el sur ya vimos el impresionante edificio de 509 metros de alto y 101 plantas. El 101 simboliza la superación de la perfección que en la cultura china está representada por el número 100.

Estábamos ante el edificio más alto del mundo. Su diseño es curioso y para nada casual. Una construcción de este tamaño necesita poder luchar contra las corrientes de aire o los terremotos que en ocasiones azotan la zona y esto solo se logra con estructuras flexibles. Para lograr este objetivo una vez más la naturaleza es la mejor fuente de inspiración, de ahí el parecido con una caña de bambú.

Pagamos los 400 NTW por persona que costaba la entrada para visitar la torre. El acceso se hace a través de la gran área comercial que ocupa las plantas inferiores. En pocos segundos se sube a las plantas superiores. En ellas se ubica una exposición con audioguía en español sobre los lugares que pueden ser observados desde la torre e información útil sobre la misma junto con comparativas de otros grandes edificios del mundo.

Es digno de ver el diseño de construcción de Taipei 101. Esta maravilla de ingeniería es posible gracias al Mass Damper. Se trata de una gigante esfera de más de 700 toneladas. Está sujeta en su base por brazos que se extiende y contraen a la vez que está suspendida sobre robustos cables de acero, todo ello fijado directamente en la estructura del edificio. El resultado es un péndulo que compensa las oscilaciones de la torre y proporcionar confort y protección ante tifones y terremotos.

Nuestra siguiente visita fue el Chiang Kaishek Memorial Hall. Es un edificio dedicado a la figura del difunto presidente Chiang Kai-shek situado en un bonito parque ante la Gate of Great Centrality and Perfect Uprightness. Este gran edificio cuyo techo reposa a más de 70 metros de altura alberga en su interior una gran estatua del presidente.

Para trasladarse desde Taipei 101 hasta el Chiang Kaishek Memorial Hall nos desplazamos desde la estación Sun Yat-Sen Memorial Hall hasta la Chiang Kai-Shek Memorial Hall nuevamente por 25 NTW por persona.

Nuestra siguiente visita fue Longshan Temple. Es unos de los cinco templos más importantes del país y ejemplo de estilo arquitectónic taiwanés. En el se practica el culto mezcla de budismo y taoísmo.

El breve desplazamiento en metro desde la estación de Chiang Kai-Shek Memorial Hall hasta la de Longshan Temple cuesta por persona 20 NTW. La salida de la estación esta situada en una plaza anexa donde ancianos se reunen a charlar tranquilamente.

Este templo es un bonito lugar que lejos de ser un rincón olvidado al que acuden turistas para ver piedras, los habitantes acuden en multitud para hacer un paréntesis en el día en busca de un momento de tranquilidad y meditación.

Tras la verja se accede a una pequeña plaza presidida por una magnifica puerta recargada con toda clase de ornamentación y detalles de lo más colorido. Los dragonoes son uno de los recursos más recurridos. A la derecha unos cuidados saltos de agua protegidos por verde vegetación nos acompañan con su sonido.

Ya dentro el humo y la olor a incienso nos envuelve en un ambiente mágico. Se hace el silencio. Nos dejamos llevar por el momento. Queremos disfrutar de el.

Las palmas de las manos de los devotos se aprietan entre ellas con la misma fuerza que lo hacen sus ojos para dar más fuerza a las oraciones. En un altar se apilan kilos de comida que sirven de ofrenda. Tras el los candelabros queman sin cesar velas y más velas mientras personal del templo se afana en mantenerlos brillantes y evitar que la cera se acumule. Cerca un grupo de mujeres leen los libros de oraciones como si trataran de retenerlos en su mente palabra por palabra.

Al final de todo nos quedamos con la imagen de un fiel en postura de meditación escuchando música con su iPhone que para nosotros simboliza el contraste de los dos mundos entre los que vive Taiwán y su gente. Estamos en un país moderno que abraza la tecnología sin olvidar sus raices.

Después de tanta paz el cuerpo nos pedía un poco de movimiento de manera que nos desplazamos a pié hasta Ximending. También es posible llegar en metro hasta la estación Ximen.

Este es el distrito comercial más importante de la ciudad. Algunos dicen de el que es la pequeña Shibuya. Ciertamente, salvando las diferencias, este es un lugar bullicioso, sobre todo por la noche, donde la gente se acerca en busca de tecnología, ropa de moda o comer en algún restaurante occidental. La rotulación, los carteles, las luces, todo ello imprimen a este barrio de esa personalidad típica que en muchos lugares de oriente se puede encontrar en sitios como este y que para nuestros ojos occidentales es una atracción.

Después de patearnos literalmente el barrio nada mejor para premiar nuestros sufridos pies que un masaje. Los chinos son unos artistas pero hay que estar dispuesto a asumir un cierto grado de dolor. Vale la pena soportarlo, al finalizar nuestros pies prácticamente caminaban solos. Pagamos por media hora 630 TWD por persona. El lugar no es un problema, la ciudad está llena de sitios.

Seguidamente tratamos de visitar Maekong pero lo pospusimos por que se había hecho tarde de manera que finalizamos el día trasladándonos nuevamente a Taipei 101 para ver el edificio iluminado de noche. En los parques cercanos con la bajada de temperaturas la gente sale a pasear, a hacer gimnasia e incluso hay grupos que se reúnen a hacer aeróbic u otro tipo de bailes.

DÍA 3 -Danshui y Maekong. Mar y montaña en un solo día.-

Con prácticamente todas las visitas planeadas a la ciudad ya hechas y contando con una excelente red de metro decidimos visitar el extrarradio de la ciudad.

Comenzamos desplazándonos hasta el pequeño núcleo de pesca de Danshui. Es también una concurrida zona de ocio para los habitantes te Taipei que al igual que nosotros aprovechan la proximidad y facilidad de acceso para pasar un día agradable cerca del mar.

El trayecto entre las estaciones de Zhongshan y Danshui nos costó 50 TWD por persona. La estación está justo al lado del muelle desde donde un paseo parte paralelo al cauce del río. En lugar de ello nos adentramos por una calle comercial que seguía el mismo camino pero a diferente altura.

Finalmente dejamos el recorrido de tiendas a nuestra espalda para llegar al río. En este punto es muy ancho por que está prácticamente en la desembocadura con el mar.

Aquí la gente cuando sale se entretiene con cosas realmente sencillas. Vimos jóvenes pasar el rato con entretenimientos como los que solo solemos encontrar en ferias y fiestas populares tales como lanzamientos de baloncestos, juegos de puntería, también máquinas recreativas, etc.

Las heladerías y los chiringuitos de comida para llevar también son un recurso recurrido aquí. En lo que se refiere a la comida si que difiere de nuestro concepto ya que en lugar de hot dogs y patatas fritas es más fácil encontrar calamares a la parrilla especiados y picantes.

Como no nos convencieron las exquisiteces locales decidimos buscar una alternativa de manera que iniciamos el camino inverso hacia la estación de metro pero esta vez siguiendo el margen del río.

A nuestra derecha pequeñas embarcaciones de pesca y recreo amarradas a la espera de un patrón y a la izquierda locales con terraza donde tanto es posible comer, tomar un helado, un café o una bebida.

Tras pasar un buen rato tomando algo y descansando acabamos nuestro paseo y nos dirigimos finalmente, esta vez si, a la estación de Danshui. Compramos el ticket para dirigirnos a Taipei Zoo en el otro extremo desde donde se accede a Maekong por 65 TWD por persona.

Una vez en Taipei Zoo y según se sale de la estación hay que seguir la calle hacia la izquierda hasta Maekong Gondola. Para desgracia nuestra estaba en periodo de mantenimiento y tuvimos que tomar un taxi que entre la subida y la bajada nos costó 300 NTW.

Maekong es una zona boscosa situada en la cima de la montaza donde hay muchas casas de te donde hacer un alto en el camino y disfrutar pausadamente de una taza caliente. Desde aquí se puede ver en la lejanía Taipei 101 como un faro que anuncia la dirección de nuestro camino de regreso a la ciudad.

Dimos por finalizado el día regresando a nuestro hotel y aprovechando para recorrer los alrededores en los que hay fuerte actividad comercial.

DÍA 4 -Visita matinal al Peace Park y regreso al aeropuerto.-

Nos desplazamos temprano a primera hora de la mañana hasta el parque de la paz situado junto la estación NTU Hospital para poder verlo en el momento en que es concurrido por personas que aprovechan para practicar taichi pero no todo puede salir bien y nos quedamos con las ganas.

Ciertamente no sabemos que falló por que en teoría a diario la gente se reúne con esa finalidad y así las cosas resulta un tanto decepcionante la visita al parque.

Partimos hacia el aeropuerto. Tomamos el metro hasta Main Station saliendo por la puerta M5 para dirigirnos a los puntos de venta junto la terminal de autobús situada al exterior de la estación y separada por un parking de coches. Pagamos 125 NTW por persona. La salida del país no requiere pago de tasas.

Sigue en Japon.

2 comentarios:

Brian Pater dijo...

Muy buena descripcion, tal y como me senti la primera vez que llegue a este pais.

No vivio aqui, pero lo visito por temas de negocio.

Las 24h de avion no dan ninguna pereza cuando sabes que vuelas hacia Taipei.

Taiwaneses y Taiwanesas, sin duda, las personas mas amables y humanas con las que jamas haya topado, es increible la cordialidad y amabilidad continua que tienen.

Tal relato, parecido a este es el que tuve que escribir a mi familia varias veces pues cada dia te daran alguna sorpresa, que no puedes evitar informar a tus mas allegados.

Deciros tambien que muchas de las Taiwanesas son extremadamente guapas a los ojos de un europeo.

Si teneis oportunidad debeis visitar este pais.

Respecto a los vuelos, suleo venir en China Airlines, son serios economicos, y el trato es de lo mejor, ya os digo que me paso la vida viajando por negocios, he probado Iberia, KLM, American Airlines, Vueling, Rayan Air, British Airways y unas cuantas mas... y sin duda me quedo con China Airlines.

Unknown dijo...

Hola amigo,

Me alegro de que tuvo un buen tiempo cuando visitó mi país! Bienvenido a volver a Taiwán otra vez! Hay más para visitar en Taiwán! También bienvenido a mi página personal en Facebook en español para presentar Taiwán a todo el mundo donde se habla español!
http://www.facebook.com/ViajesATaiwan