Turquia, puente entre culturas

Turquía es puente entre culturas. Europa y Asia se dan la mano en este país en el que vivieron otomanos y romanos o se disputaron musulmanes y cristianos. Hoy en día las huellas de la historia dejan sentir su eco.

Hoy el país vive entre la modernidad y las tradiciones. Su mejor tarjeta de presentación y también la mejor muestra de ello es Estambul. Partida por el Bósforo a un lado queda Europa y al otro Asia. Es cosmopolita y bulliciosa y ante todo está llena de vida. Su patrimonio es inmenso y conserva su funcionalidad desde mezquitas hasta el Gran Bazar con sus más de 500 años.

Pero Turquía es mucho más. Es un lugar de gente acogedora y raíces mediterráneas en el que encontrar importantes vestigios romanos en Éfeso o bonitas piscinas naturales de sal en Pamukkale entre otros muchos lugares. Pero la visita por excelencia es Cappadocia donde se puede disfrutar de los efímeros caprichos de la naturaleza. Y desgraciadamente decimos efímeros por que la misma naturaleza que esculpió este lugar y un día quiso que un paisaje como este existiera sigue con su labor y es cuestión de tiempo que la erosión lo haga desaparecer.


FICHA TÉCNICA

¿Por qué Turquía? Si se está buscando un destino donde encontrar cultura y ocio, cierta dosis del inevitable exotismo que desprende un pueblo de costumbres diferentes, la cercanía y familiaridad de un vecino mediterráneo y todo sin alejarse demasiado de casa y con poco tiempo para ser visitado... este es el país. Aquí se hace realidad lo que a priori parece una ecuación imposible.

Días: 6.

Fecha: 9 de abril de 2009.

Itinerario: Estambul, Cappadocia, Estambul.

Acceder a la hoja de ruta (los precios indicados son para 2 personas)


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Medios de transporte utilizados: Tranvía, taxi, avión, minibús.

Visado: Si. Se obtiene en el mismo aeropuerto a la llegada por 10 euros por persona.

Vacunas: No.

Que no vimos y por que: Pumakale y Efeso. Como ya mencionábamos al principio de estas líneas hay muchos lugares interesantes en Turquía y estos dos junto con lo ya visto son lo más destacable.

A modo de eximente decir que no somos forofos visitantes de ruinas y en cuanto a las bañeras de sal que conforman un paisaje surrealista nos quedamos con las ganas pero sufren cierta perversión fruto de intereses privados. Hoteles que aprovechan sus aguas han acabado desviando los cauces de esta y secando muchas zonas de manera que de vez en cuando abren literalmente el grifo para que los visitantes disfrutemos un ratito.


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DÍA 1 -Llegada a Istanbul, la puerta de oriente.-